Había una vez un rey que quería realizar su felicidad interior. Fue a ver a un sacerdote quien le dijo que era necesaria una renuncia quíntuple!

Este rey tenía mucha sabiduría y una voluntad fuerte. Estaba dispuesto a realizar los cinco sacrificios si era necesario para lograr su objetivo.

Primero El rey renunció a su reino. Se mudó a un bosque apartado y vivió como yogui.

En segundo lugar El rey renunció a la sexualidad. Vivía sin pareja para enfocar mejor su energía en los ejercicios espirituales. Ese fue para él el mayor sacrificio.

Tercero El rey renunció a sus pensamientos! Meditaba mucho y vivía en una gran paz.

Cuarto Renunció a su ego. Dejó ir su ego, atravesó el vasto vacío (convirtiéndose en la nada infinita, sin experimentar el "yo" independiente) y luego salió a la luz. Se siente incómodo cuando el ego se disuelve. Pero detrás de esto está esperando la felicidad interior. Quien sabe esto, puede sacrificar fácilmente su ego.

El rey disfrutó de algún tiempo en la felicidad de la iluminación. Pero luego pensó en el sufrimiento de su pueblo. Necesitaban un Maestro iluminado que los guiara en su camino.

Así que el Rey renunció en quinto lugar a la felicidad de la iluminación y la pacífica reclusión y volvió a su reino!

Allí vivió como Hatha Yogui haciendo ejercicios físicos y meditación, como Karma Yogui viviendo en amor hacia todos y como Bhogi Yogui experimentando el placer de los sentidos, después de todo, era un Rey! Y así permaneció Iluminado, en unidad de conciencia, Nirvana.

Descubrió que si se logra la felicidad y la paz interior, este camino debe compartirse. Y de este modo los cinco sacrificios resultaron ser la mayor gracia en su vida.

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